Ozempic: así es la inyección quemagrasa que ayuda a adelgazar en tiempo récord
«Los que están dispuestos a perder peso a toda costa tienen un nuevo aliado, aunque eso suponga lidiar con un fármaco polémico, no siempre legal y que realmente necesitan los diabéticos. Te presentamos la última polémica wellness a través de un caso real.»
OZEMPIC: EL FÁRMACO QUE DICE ADIÓS AL APETITO
Pero ¿qué contiene esta inyección casi mágica con la que se pierde peso de manera rápida? “La semaglutida pertenece a la familia de los análogos de GLP1, una molécula que el cuerpo segrega para inducir una saciedad y que actúa en el estómago y el cerebro, principalmente, diciéndole al paciente que tiene que parar de comer mucho antes de lo que lo haría”, explica Francisco Martínez Peñalver, médico internista de Clínica Premium Marbella. Pertenece a la misma familia farmacológica que la liraglutida y la dulaglutida, y funcionan de manera similar: “Cuando los niveles de glucosa en la sangre empiezan a subir tras las comidas, estos medicamentos estimulan la producción de insulina por el páncreas. Además, favorecen el control del hambre y disminuyen el tránsito de los alimentos desde el estómago hacia el intestino delgado.
El médico de Clínica Premium Marbella confirma que el Ozempic se debe administrar gradualmente: “Hay que iniciarlo y pararlo de manera progresiva, empezando por 0,25 mg al menos durante dos semanas, y si el paciente lo tolera, subir a 0,50 mg durante otras cuatro y, finalmente, acabar con 1 mg, que es la cantidad máxima recomendada”. A Diego esta nueva fórmula para adelgazar vía inyección le ha costado 60 euros cada consulta –al principio eran cada 15 días– y 130 euros las inyecciones mensuales y, a pesar de que reconoce que no lo pasó bien, asegura que volverá a hacerlo si se descontrola con la comida. “Cuando dejé de pincharme, volvió el hambre y engordé enseguida dos kilos, pero también empecé con un plan de alimentación y ejercicio. Intento comer comida basura lo menos posible, he dejado las pizzas y me he comprado una freidora de aire, pero si un día el cuerpo me pide un McDonald’s, me lo como”, admite.
Y es que para mantener un peso saludable no hay trucos que valgan. El hechizo del Ozempic se desvanece si te relajas en tus costumbres, y antes de que te des cuenta tienes el efecto rebote encima. “El fármaco debe ir acompañado de una dieta; si no, la pérdida de peso es testimonial. Además, si se detiene de golpe su ingesta, provoca un apetito descomunal y lo normal es que el paciente recupere peso y que el estómago vuelva a su tamaño”,asegura Martínez Peñalver.
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