CÁNCER DE PRÓSTATA: SÍNTOMAS, CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO
El cáncer de próstata es uno de los tipos de cáncer más frecuentes en los hombres; aproximadamente uno de cada ocho hombres será diagnosticado con cáncer de próstata en el transcurso de su vida. En España, el cáncer de próstata es el tumor que más se diagnostica entre los hombres, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) en 2021 se diagnosticaron un total de 35.764, casos. El cáncer de próstata suele desarrollarse con mayor frecuencia en hombres de edad avanzada.
Cuando el cáncer de próstata es detectado en una etapa temprana, limitado a la glándula prostática; tiene grandes probabilidades de superarse con el tratamiento adecuado. Por lo general, el cáncer de próstata se desarrolla lentamente, sin embargo, hay otros tipos más agresivos que se pueden diseminar con rapidez. Por ello, la detección precoz es la mejor arma para combatirlo.
SÍNTOMAS DEL CÁNCER DE PRÓSTATA
No todos los pacientes que padecen cáncer de próstata muestran signos o síntomas en sus primeras etapas. Hay que tener en cuenta que existen otras afecciones de la próstata (no cancerosas), como la hiperplasia benigna o un aumento del tamaño de la próstata que pueden producir síntomas muy similares a los del cáncer de próstata.
Entre algunos de los síntomas que manifiestan los pacientes con cáncer de próstata, podemos destacar los siguientes:
- Problemas al orinar: puede presentarse dificultad al comenzar a orinar, dolor o ardor mientras orina. Dificultad para vaciar la vejiga por completo. También puede disminuír la fuerza del flujo de la orina. Aumento de la frecuencia miccional, especialmente en las noches.
- Molestias en la zona pélvica.
- Presencia de sangre en la orina o el semen.
- Dolor en los huesos
- Disfunción eréctil
CAUSAS
El cáncer de próstata comienza cuando algunas células en la próstata se vuelven anormales. Las mutaciones en el ADN de células anormales causan que estas crezcan y se dividan con más rapidez, que las células normales. Las células anormales continúan viviendo cuando otras células morirían. Esa acumulación de células anormales forma un tumor que puede crecer e invadir el tejido cercano. En ocasiones, algunas células anormales pueden desprenderse y esparcirse (hacer metástasis) hacia otras partes del cuerpo.
Se desconoce qué causa exactamente el cáncer de próstata. Sin embargo, diversas investigaciones han vinculado algunos factores de riesgo, que pueden causar que las células de la glándula prostática se conviertan en cáncer.
FACTORES DE RIESGO
Entre los factores de riesgo que pueden contribuír a desarrollar cáncer de próstata, podemos mencionar:
- Antecedentes Familiares: según diversas investigaciones al menos un 10% de los casos de cáncer de próstata presentan un componente hereditario. Aquellos hombres con antecedentes familiares de primer grado (padre o hermanos) de cáncer de próstata presentan un riesgo dos veces mayor de padecer esta enfermedad.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de próstata va aumenta con la edad. Por lo general afecta a hombres en edad avanzada, mayores de 65 años.
- Raza: los hombres de raza afroamericana tienen un riesgo mayor de padecer cáncer de próstata que los hombres de otras razas. En los hombres afroamericanos, el cáncer de próstata también tiene más probabilidades de ser agresivo o avanzado. En el caso de los europeos, los escandinavos son los que mayor incidencia presentan, mientras que, en los países del sur de Europa, como España, Grecia e Italia presentan una tasa de cáncer de próstata más baja. Los hombres de ascendencia asiática tienen las tasas más bajas de incidencia y mortalidad.
- Alimentación: existen evidencias de que las dietas con alto contenido en grasas y azúcar, podrían aumentar el riesgo de cáncer de próstata.
- Obesidad: los hombres obesos tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad en un estado avanzado, que es más difícil de tratar.
Es importante para contrarrestar algunos de esos factores de riesgo, adoptar un estilo de vida saludable, como una dieta balanceada, rica en frutas y verduras; unido a una actividad física diaria; así como, evitar hábitos nocivos, como el tabaco. En el caso del componente hereditario, las revisiones urológicas periódicas son claves para detectar cualquier anomalía a tiempo.
